miércoles, 23 de diciembre de 2009

Con sincera gratitud...


Ana Eulalia (Tita) Limongi de Zambrano


Queremos agradecer por medio de éstas líneas,
a nombre nuestro y el de toda nuestra familia,
a las amigas y compañeras que nos han comfortado
con su presencia, llamadas, mensajes,
en este difícil trance de la pérdida de nuestra madre,
asi como nuestro tio Adriano.

Todos los que la conocieron, guardaron la misma opinión de su persona,
fué una mujer exepcional, de gran valor moral y religioso.

Fiél devota de la Virgen Maria y Jesús. Hace 50 años, lo primero que hizo,
al inicio de la construcción de su casa,
fué erigir una gruta a la Virgen de Fátima,
su preferida, a quien le rezó
el rosario todos los dias de su vida
mientras le fué posible.

Madre única, hija, abuela y hermana sin igual,
generosa como élla sola pudo ser,
cálida y humana sin diferencias de personas.

Esta Tita, que voló el 8 de diciembre,
en que celebramos a nuestra Inmaculada,
a quién le agradecemos la envolviera
en su manto en aquél día,
la extrañaremos y estará en nosotros
por siempre...


Su hija María Juanita