sábado, 5 de febrero de 2011

Rosita María Miranda y sus recuerdos







Queridas compañeras:

Hoy es el gran día de nuestro reencuentro, pero estoy segura que todas hemos vivido todo este tiempo previo con gran emoción, recordando tantas cosas, tomadas de la mano de María Juanita y de todas las que con sus relatos y fotos han contribuido a que durante estos días nos traslademos a las bellas épocas de nuestra niñez y adolescencia.

Gracias de todo corazón al grupo organizador: Cecilia, Ada, Patricia, Carmen, Silvana, Adela, perdón si se me olvida alguna, a Ligia por su prodigiosa memoria y a todas las que han ayudada a contactar a la mayor cantidad de compañeras. Gracias especialmente a María Juanita que ha hecho un trabajo hermoso y a la que he sentido tan cercana a pesar de la distancia, gracias María Juanita por la tarjeta y por estar pendiente hasta del detalle de las fotos, esperamos verte muy pronto.

He recordado tantas cosas que parecían olvidadas pero que estaban allí muy guardadas en un sitio de mi memoria y mi corazón: el procenio del colegio que con su paisaje de fondo el primer día que entre al colegio, me hizo pensar que entraba a un paraiso; nuestra Virgen Inmaculada y el Sagrada María que rezaba a diario; las procesiones por los alrededores del colegio; las películas de la Pasión de Cristo que aunque las vieramos repetidas veces siempre nos hacian llorar; el inolvidable padre Joaquín, tán guapo que nos convertía en pecadoras o santas porque nos viviamos confesando. El intercambio de las estampitas en la misa; los papelitos con mensajitos que durante las clases de 6to. grado nos tirábamos por la ventana del aula con los hermanos de Ida María y sus amigos y que en más de una ocasión nos hicieron aguantar una buena reprimenda, una época maravillosa que siempre me hizo sentir que prefería el tiempo de clases al de vacaciones.

Luego en la secundaria, las amanecidas haciendo las tareas de mecanografía que incluían dibujos de flores, niños, etc... logrados con el tipeo de las distintas letras y símbolos; las clases de quimica con la Dra. Aragundi, literatura con Sonia Larrea a quien admirabamos mucho. Matematicas con Gerard Raad que al principio nos provocaba risas por sus tics y luego se ganó nuestro respeto y amistad; las exposiciones de libro leído; la feria de ciencias en la que tuvimos que hablar sobre el ojo y hacíamos nuestra explicación con un ojo de vaca de verdad; las clases de puericultura que me tocó dar a parejas de escasos recursos y en las que tenía que hablar del nacimiento del niño, su cuidado, y otras cosas más cuando tenía 17 años..... la ocasión en que junto con Norma nos botaron de clase en la materia de Biología, cuando en la explicación de los órganos genitales masculinos al hablarnos sobre el glande, a Norma se le ocurrió decirme ¿y cuál será el pequeño? y no podíamos parar de reirnos.

También recuerdo las fiestas, a las que yo asistía siempre con Ida María y sus hermanos, y nuestro lema era que saliamos con el conjunto; la etapa de enamoramiento con mi esposo Roberto, al que conocí en un cumpleaños de Melba Toledo y luego acepte en los quince años de Carmita Sánchez; en fin los recuerdos han despertado de tal manera, que podría seguir escribiendo por horas.

En poco tiempo estaremos juntas y podrémos darnos un abrazo y seguir compartiendo nuestros recuerdos, con las que no, seguiremos en contacto por ésta maravillosa vía.

Un beso a todas,

Rosa María


Gracias a Rosita María por compartirlos!

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