domingo, 15 de noviembre de 2009

Narraciones de Mariana Forcada Peré






Recuerdo que durante mis dos primeros años de primaria vivíamos en el edificio Marriott que estaba enfrente del colegio, para posteriormente cambiarnos a una casa en la calle Luque y Boyacá, donde viví hasta los 14 años que me trasladé a Los Ceibos.

Desgraciadamente no participé de la misma manera que vosotras en cumpleaños o eventos con compañeras, porque cuando tenía 7 años, nació mi hermano Jorge, mi único hermano varón que desgraciadamente tuvo un problema producido por un virus (estafilococo aureo) desconocido allá por 1959 que le produjo una septicemia, saliéndole internamente un abceso que prácticamente le secciono la medula espinal a la altura de la cintura y lo dejo paralizado de cintura para abajo. Como consecuencia de estos problemas mi mamá estaba siempre de viaje con mi hermano en Estados Unidos y nosotros (Mariana, Mercedes y Carmen) nos quedábamos con mis abuelos maternos que tenían la fabrica de colas Fioravanti y vivian en Chile y Manabi.

Recuerdo si, que yo no hice la Primera Comunión con vosotras, porque mis papás estaban de viaje con mi hermano y por tanto la hice unos meses más tarde, yo sola en la capilla del colegio, recuerdo que entre en la iglesia, como si fuera una novia, acompañada por dos ángeles con alas (eran las hermanas Turú, mayores que nosotras en 3 o 4 años creo y no se si alguna de vosotras se acordará de ellas) creo que tengo algunas fotos de mi comunión, intentaré rescatarlas para enviárselas. No me acuerdo si en la fiesta que hicieron después solo estuvo la familia y amigos de mis padres o si vinieron algunas compañeras de colegio también, pero cuando encuentre las fotos y os las envie lo veréis.

Yo en cuarto grado también recuerdo a la Madre Marta, en primero a la Madre Manuela, en segundo a la Madre Eudocia, en labores la Madre Agnes, no recuerdo el nombre de la Madre Superiora, creo que sólo la llamaba Madre Superiora.


Si tengo una anécdota, no sé si estaba en tercero o en cuarto grado, nos pidieron que llevásemos dinero para dar una limosna para el Domingo, yo vi que mi mamá tenia en un cajón de su cómoda muchas monedas envueltas en papel (hechas rollitos) y cogí un par o tres de esos rollitos y los entregué en el colegio, por supuesto que la monja correspondiente, llamó a mi casa para preguntar imagino si me habían dado mis padres ese dinero y lo que recuerdo perfectamente es que vino una monja a sacarme de clase, me llevo hasta un cuarto que había al lado de la portería y allí estaba mi mamá con la madre Superiora, cuando empezaron a preguntarme por los rollitos de monedas, yo empecé a llorar y me asusté mucho, la madre Superiora me dijo que eso era “robar” y que me iria al infierno, mi mamá me amenazó con que cuando llegue a casa mi papá se lo explicaría, en fin que pase un mal trago terrible, pero nunca más se me ocurrió coger ningún dinero de nadie....Que experiencia!

Claro que me acuerdo de la caligrafía con tinta china y un canutero con plumilla, a mi no me gustaba nada. En esa época debí hacer mucha caligrafia pero de poco me sirvió, tengo una letra realmente fea.


También recuerdo el uniforme de gala que era súpercaluroso, efectivamente azúl marino de casimir, no sé a quién se le debió ocurrir ése trajecito y con ésas medias tán gruesas.


No me acuerdo del bus del colegio, pero nos recogía al pie de la casa en Luque y Boyacá. Recuerdo que teníamos una empleada que me tenía amenazada con contar que yo mojaba la cama (lo hice hasta que tuve 12 años, no sé si por miedo a ir al baño en la noche estando todo oscuro o porque razón, pero cuando tenia 12 años vine por primera vez de vacaciones a Barcelona y estuve 3 meses con una tia, allí se me quitó el mojar en la cama y me empecé a levantar para ir al baño) y yo subía al autobús aterrada, siempre recordaré lo dura que fue esa etapa para mi, aunque tampoco es algo que hablase con nadie, como son los niños que se asustan y se callan las cosas, ahora lo veo y me da hasta pena.

También estuvimos un año internas en el colegio y para mi fue un suplicio terrible, porque mojaba la cama, era horroroso, tenia una chica mayor que yo, alumna que también estaba interna y que se “encargaba” de mi, igual que mis dos hermanas también tenían una alumna interna mayor que las “cuidaba”, fue un año realmente duro y quizás por ello no tengo demasiados recuerdos de ese año, creo que yo estaba en cuarto o quinto curso. Me acuerdo que por la tarde nos venían a buscar para darnos un vaso de leche a cada una de las tres hermanas Forcada Peré, leche pura con nata y todo, era tan horrible, que desde entonces odio la leche.

Las clase de trabajos manuales, yo me recuerdo bastante patosa, creo recordar que teníamos un trozo de tela blanca en la que hacíamos los distintos puntos, la mia estaba toda arrugada y sucia.

También me acuerdo que en el recreo jugábamos a un juego que consistía en que unas niñas nos agarrábamos por los codos bien fuerte y otra niña venia corriendo, levantaba los puños y nos golpeaba en el centro de nuestros brazos, ganaba si nos separaba y perdía si manteníamos los brazos unidos, os acordais? Dolia un montón, yo creo que nunca pude mantener los brazos unidos.

Cuando estaba en cuarto o quinto grado en mi casa me cai jugando y me rompí los dos incisivos centrales superiores quedándome los dos dientes como una V invertida, lo pasé muy mal.

Bueno chicas, ha sido fantástico recordar todo esto y poderlo plasmar para compartirlo con todas vosotras.

En otro correo os explicaré sobre mis hijos y os enviaré fotos actuales.
Un fuerte abrazo a todas.

Mariana.



Gracias a Mariana, por permitirnos publicar sus memorias del colegio






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