lunes, 16 de noviembre de 2009

Patricia Pérez y sus recuerdos





Queridas amigas:

Yo también, tengo muchos recuerdos de ésa etapa tán linda de nuestra vida, cuando el problema más grande y terrible era no saberse una lección.

Estaba en quinto grado y teníamos como profesora a la señorita Fanny. En algún mes, cuando me entregaron la libreta, la observacion que me habia hecho la profesora era la siguiente: "está mal en conducta", yo que siempre fui de buena caligrafía, (muchas veces me hacían escribir las tarjetas de felicitación para algún cumpleaños de monjitas) borré conducta y puse costura. Era la única materia en la que mi mami era elástica y no me hacía problemas, es más nunca aprendí ni a pegar un botón porque mi tía me hacia las costuras. Bueno, continuando el relato, mi mami firmó la libreta y me la dió. Ahi, yo que me creía genial, borré   nuevamente costura y " desgracia total" el papel se rompió, yo al ver ese daño pensé primero en morirme, luego, más serena, le pegué un papelito abajo y puse nuevamente: conducta.

Cuando entregabas la libreta, la señorita Fanny la abria, veia si estaba firmada y la cerraba y ubicaba en el cajón del escritorio. Yo, habia rezado toda la noche prometiendo hacer cien mil buenas obras si es que la profe no notaba la rotura. Bueno, ella recogió las libretas y cuando le entregué la mia, ella la abrió, miró y cerró. Yo dije: "Gracias Diosito santo, ella no me dijo nada", es decir, no se dió cuenta. ....pensé yo!

Terminó la jornada, llegué a mi casa en el bus del colegio y oh sorpresa! Habia otro bus parqueado al pie de mi casa y la monja y mi mami en el balcón. Si no me morí, es porque Dios es grande, mi mami me miraba con cara de: "Ya verás lo que pasa cuando estémos solas" y asi fué, recuerdo hasta hoy la paliza y sobre todo las "LETANIAS Y SERMONES" eternos, de dos semanas por lo menos. Así aprendi que era mejor aguantar una paliza más suave y no la que le dán a una falsificadora, ja, ja.

Adicional a esto, Mariana Forcada, me hizo acuerdo del juego en que nos tomabamos las manos, lo habia olvidado por completo, pues era malísima cuando lo jugabamos. Hay historias maravillosas que he recordado, gracias a Maria Juanita y demás compañeras, unas no tán bonitas,, como el cuarto oscuro de castigo, que no solo era oscuro, sino inmundo, yo ví un dia en que me metieron, un ratón paseandose como Pedro por su casa!! Los reglazos, halones de oreja que intentaba darme la monjita Susana en tercer grado! Cierto es, que yo la sacaba de casillas, porque no era muy angelical que digamos.....las filas que teniamos que hacer para el bar y como nos abrazabamos para que nadie se pase! ja ja. Mis peleas con mi prima María Teresa Manzúr, hoy olvidadas pues nos llevamos muy bien!

Tiempos lindos, que nunca olvidaremos, con padres estrictos pero amorosos. Espero haber inspirado a otras, a continuar relatando los suyos.

Besitos,

Patricia


Gracias por compartir con nosotras sus experiencias.





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